POTES-ERMITA DE SAN TIRSO-CAHECHO-POTES
Distancia: 12 Km.
Tiempo: 4 h.
Dificultad: Media
Fecha de realización: 25/04/2010
Mapas:
Descripción
VALLE DE LIEBANA. CANTABRIA
Comenzaremos a caminar en Potes para salir hacia Ojedo y justo enfrente del puente que cruza el río Bullón tomamos el camino cementado que se dirige hacia la aldea de Casillas.
Lo más sorprendente de la primera parte del tramo de la ruta son las encinas y alcornoques, que, muy lejos de la región a la que pertenecen, crecen formando espesos bosques.
A la salida de Casillas encontraremos marcas con los colores rojo y blanco que nos guiarán, y hay que tomar el camino de la derecha, continuando por suave pero constante ascensión en dirección al monte Jilguero.
Tras una serie de revueltas, la senda se interna en un castañar en el que es fácil de localizar un centenario castaño, la Narezona, considerado como el más grande de Cantabria.
Un poco más adelante pasaremos por fuente de agua cristalina. Posteriormente el sendero atraviesa un bosque de pinos, en los que no es difícil ver corretear ardillas.
Después de pasar por un invernal se alcanza la ermita de San Tirso, donde las vistas del Valle de Liebana y del macizo oriental de los Picos de Europa son espectaculares. La más elevada de todas las cumbres que se divisa es la Morra de los Lechugales (2.444 m.).
A partir de aquí seguimos una senda entre frondosos robles que nos conduce a Cahecho. Por estos bosques aislados aún se mueven alguno de los escasos osos que perduran en la Cordillera Cantábrica.
Tras coronar el collado de La Taba, con magníficas vistas, al poco llegaremos a Cahecho lugar también privilegiado para apreciar la maravilla de esta comarca.
El regreso se realizará por el mismo camino, ahora en un cómodo y precioso descenso.
Todos los años, el 26 de agosto, se celebra una romería en la Ermita de San Tirso. La imagen que contiene la Ermita de San Tirso es muy sencilla, vestido de peregrino y de muy pequeño tamaño. La tradición dice que San Tirso ayuda a liberarse de las afecciones reumáticas.
La romería reune a devotos de las cercanías de la ermita, donde se realizan unos actos religiosos, incluida misa y comida romera de los asistentes, que se dispersan por los prados. Existe la costumbre inmemorial de saltar a la hoguera en el centro de la campa y el ayuntamiento de Cillorigo ofrece a los asistentes una comida campestre a base de cordero, amenizado todo con música tradicional.